sábado, 9 de diciembre de 2017

SOBRE EL CONTEXTO EN LA EXPRESIÓN “HOMICIDIO PERFECTO”

     La presente publicación, la ubico en primer lugar aunque existan textos precedidos a este, solo con la intención de dejar clara la importancia en la sintaxis de lo q deseo transmitir y enseñar con respecto a lo que comunmente la gente denomina erroneamente un homicidio perfecto.
     Los homicidios en su ejecución y materialización son perfectos, simplemente porque se realizaron,  lo importante aquí es el tratamiento que se le da al referirse a su investigación. Es en este momento, cuando debemos decir o tratar esto pero desde la óptica de impunidad a la hora de su investigación.
     Esta impunidad se deriva basicamente de dos aspectos: El primero relacionado al aspecto jurídico en la aplicación de los procedimientos que nos entrega el cuerpo legislativo vigente. Esto se traduce al sistema de justicia y su aplicabilidad, o sea, la capacidad jurídica con la que se cuenta y así, perjudicar el buen estado de derecho y de justicia.
     Segundo, lo relacionado con los funcionarios encargados de la investigación penal, su práctica y la idoneidad en el manejo de aspectos materiales y físicos del homicidio (recordar que la criminalística estudia fundamentalmente los aspectos físicos y materiales del delito).
     Es aquí, donde recae la mayor importancia de la investigación, es el funcionario enfrentándose a la s evidencias físicas. Pende de un hilo la eficacia de los procedimientos del manejo idóneo, su transparencia y posterior producción de medios de prueba, relacionado con la corrupción, decidia y hasta apatía por parte de los operadores de justicia.
     Materializado el homicidio, sea cual sea su mecanismo de producción, su perfección solo radica en su contexto, su ejecución, o sea, lo que mal venia llamándose “homicidio perfecto”, no existe, y por lo tanto se tiene que Cambiar por el vocablo IMPUNIDAD (mayúsculas por necesidad sintáctica).
     Nigún homicidio desde el punto de vista técnico y material puede ser perfecto, esto es, en el aspecto referido a la imposibilidad de resolverlo. El homicidio posee su mecánica, por lo tanto, es lógico saber como se produjo, y por ende, su resolución y comprobación.
     Como conclusión, puedo decir que siempre alrrededor de un homicidio existen elementos que lo identifican, que señalan su motivación y a su responsable. Elementos materiales que llevan consigo el sello del agente productor, los ingredientes que le dan forma y fondo al homicidio y hasta las respuestas implicitas para su posterior solución.

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